JUANJO SAINZ
Visual Artist from Mexico City.
El Mictlán - Tepeyóllotl - El dios jaguar.
Proseguí recto y entré a un camino de humo de incienso que
provenía de flameantes incensarios donde caminé hasta que me encontré, sentado
en su trono, a un hombre macabramente hermoso sin pupilas, pobremente cubierto
por pieles de jaguar que tenía el pene descubierto. Su demoniaca sonrisa
presumía unos muy afilados dientes. En su cabeza, una cabeza de jaguar le
funcionaba de casco y de ella salía incrustado un penacho de plumas naranjas y
verdes. “Tepeyóllotl”, pensé. Muy cerca de él, cinco jaguares sentados, con
miradas recelosas, huesos y sangre humana indicaban que acababan de comer. Dos
estatuas enormes de jaguares se encontraban esculpidas a su lado enseñando sus
enormes colmillos. Varios cráneos humanos desollados con piedras blancas y
negras que simulaban ojos colgaban por las paredes. Dos guerreros jaguar lo
protegían parados viendo hacia su dirección, mientras unos tecolotes me miraban
furtivamente.
El Mictlán - Teyolloculaóyan - Donde bestias jaguar quieren tu corazón
—Vaya que mi mamá si me puso atención, gracias, mamá. —dije
mientras sostenía en mis manos la hermosa piedra en forma de corazón. —Estamos en Teyolloculaóyan, el lugar donde bestias
te comen el corazón. Hay que tener cuidado. —le dije con voz seca.
El Mictlán - Temiminalóyan - Lugar donde te flechan manos invisibles
Lina aún se encontraba incrédula y temerosa.
Tizoc tomó un atuendo de guerrero águila y comenzó a vestir
a Lina.
—Están locos si creen que voy a entrar ahí.
—Confía en mí. —le repetí a Lina, amarrándole sus tocados
de plumas.
—Virgen santísima. —rezaba mientras le colocábamos sus
plumas.
—Pareces más un pollito cabezón que un guerrero águila. —le
dije bromeando.
—Come caca. —dijo enojada y llorando.
El Mictlán - Itztepetl - La montaña de obsidiana.
"
Un día, al despertar, Lina y yo nos levantamos
sobre una cama de pétalos de cempaxúchitl; había alrededor de nosotros tres
costales de algodón, comida y un par de zapatos de piedra. Mi mamá de nuevo nos
había mandado una ofrenda y justo en momento indicado, ya que tendríamos que
forrarnos el cuerpo de algodón para lo que venía."
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